jueves, 20 de agosto de 2009

"Pájaros"

“Lleva una hora en la terraza”, pensó el dueño del circo, mientras esperaba que la criatura realizara su último deseo antes de partir: ver el atardecer. Sin embargo el tiempo no le preocupaba, ya se vería recompensado por los cerros de dinero que estarían dispuestos a pagar espectadores ansiosos, ya cansados del “come-chocolate” y otros fenómenos. Lo que sí lo perturbaba era la atención que la criatura prestaba a una escena tan siniestra.
–Gente como tú tiene pájaros en la cabeza –le dijo mientras lo encerraba en la jaula al interior de una carpa.
Una vez que el dueño del circo colgó las llaves en un pilar y se fue, el hombre a quien habían encerrado observó a su alrededor. En la carpa había siete jaulas. La más grande era la que ocupaba él, junto con tres fenómenos que lo miraban con curiosidad. Las otras seis, más allá, guardaban leones y tigres.
–¿Y a usted por qué lo trajeron acá? –le preguntó el hombre más próximo.
–¿Que no escuchó? Por tener pájaros en la cabeza –respondió. Y al ver la cara de incomprensión de su interlocutor, agregó–: Soy poeta.
–Pues sea bienvenido –le dijo el hombre–. Yo soy Guillermo, vivo acá desde hace tanto tiempo que no recuerdo por qué razón llegué, sólo sé que a la gente le encanta arrojarme chocolates y mirar horrorizada cómo los consumo.
–Yo soy Miguel y toco la flauta –se presentó el de más allá.
El cuarto hombre, con la cara pintada, no habló. Sólo le hizo un gesto con la mano. El poeta no podía creerlo, pensaba que los mimos ya se habían extinguido. La escena se vio interrumpida por una multitud enardecida que, corriendo, rodeó rápidamente las jaulas. Observaban a los fenómenos con curiosidad, examinando cada detalle de sus comportamientos. Sin embargo, sus expresiones eran idénticas, pensó el poeta, sus caras eran todas fotocopias de miradas vacías.
–¡Traspásame, cala tus ojos en mi carne y cuando termines de reír, recuerda que yo explotaré tu cerebro en diez colores! –gritó el poeta a la concurrencia, provocando un silencio total–. ¿Acaso no se dan cuenta de que su cautiverio es igual que el mío?
La multitud explotó en risas y aplaudió satisfecha. Luego todos corrieron hacia sus casas, pues pronto comenzaría el programa de las ocho. Todos, a excepción de una niña que no había reído en ningún minuto. Pues ella, al igual que los demás fenómenos, podía detenerse y disfrutar de cosas simples como oler la pintura o un libro viejo. El poeta la vio guiar su mirada a todas partes y detenerse en el pilar donde colgaban las llaves de su jaula.
–¡A volar! –se oyó gritar mientras abrazaba a la niña con todas sus fuerzas.
Cuando se encontraban ya todos fuera de la carpa, el poeta recordó algo importante. Le ordenó a los liberados que corrieran; él los seguiría en unos minutos. Luego de soltar a los tigres y leones de las seis jaulas restantes, dio media vuelta y se encontró con la mirada atónita del dueño del circo.
–Quizás tenga pájaros en la cabeza, pero los pájaros han nacido para volar, no para estar en la cabeza de nadie –le dijo el poeta y echó a correr hasta que se sumó al grupo de hombres que se apresuraban calle abajo.

8 comentarios:

  1. Qe no te lo digan ! Pero tu creatividad motiva. Me motiva y admira. Roja de 17 (o 18?) vas por tu propio camino. :)
    te quierooo.

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  2. La palabra de los siete primeros días del universo: urgente, conminatoria, subversiva y cordial. Porque "en el principio era el Verbo..."

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  3. exelente señorita conny, me gusto, esta entretenido y es poco usual leer una historia como esa, ya ademas cuenta con tadas las palabras,un beso cuidate nos vemos
    y "DALE UN COLOR"

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  4. comunmente cuando algo me gusta, o me sorprende, o es como wow, o me da pena, me da un escalofrio en el cuerpo (comunmente con cualquier cosa de David Lynch) y bueno, al final de ese escrito me dio el escalofrio.

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  5. Ahora que lo leo por segunda vez ... le agarre un gusto aun mas grande. Me llego como una advertencia, para no convertirme en espectador e impedir que se llegue a estos circos.
    Ame a la niña jajaj .
    Me gusta mas que los otros ... mi cumbierita intelectual .

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  6. Me parece que cada vez te acercas más a tu Jaula, cabrita. Y está bien, siempre he pensado que eres de las que no teme gritar.
    Sé que en el fondo lo haces porque sabes que una vez que posen tus ojos en tí, lograrás quitarles la seguera, y una vez libre, nadie, cabra, nadie volverá a encerrarte más.

    Demás está decirte que me gustó. Un abrazo :)

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  7. Me has sorprendido, escribes muy bien...
    bello cuento y potente mensaje!
    La canción que me mostraste encaja muy bien.

    Saludos, un beso y un abrazo!

    Hasta luego! =)

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  8. =) Léi tus tres cuentos. Me han encantado. No los he reeleído pero supongo cuando los haga me gustarán mas de lo que lo han hecho.
    Son simples, muy entretenidos y " 17 rojo" me ha gustado en especial x su crítica. =)
    Sigue así!!!
    Un abrazo
    Nicole O.

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